En el libro de Francisco Montero Galvache nos invita a un viaje por la historia de Jerez a través de sus calles. Cada nombre, cada rincón, esconde un relato que nos habla de personajes ilustres, oficios tradicionales y acontecimientos que marcaron la ciudad. Las calles son las venas y arterias por las que ha fluido la vida de Jerez a lo largo de los siglos.
El autor nos anima a abrir los ojos del amor filial para descubrir la historia viva de Jerez en cada plaza, en cada edificio. Las calles son un reflejo de la memoria del pueblo, un crisol de historias, leyendas y rumores. A través de ellas, podemos reconstruir la identidad de Jerez, desde sus orígenes fenicios, griegos y romanos, pasando por la época musulmana, hasta la actualidad.
Montero Galvache, a través de su prosa cautivadora, nos guía por las calles de Jerez, no solo describiendo su belleza, sino tejiendo una narración histórica que da vida al pasado. El libro, concebido como un homenaje al jerezanismo, nos invita a conocer la vida y obra de aquellos que dieron nombre a las calles.
Más allá de la simple piedra y el ladrillo, encontramos un legado de personajes ilustres, oficios tradicionales y acontecimientos que marcaron la identidad de la ciudad. Los nombres de las calles son un reflejo de este rico pasado:
- Calles que evocan la presencia de antiguas posadas y mesones: La Calle Larga, donde se ubicaba el «Mesón del Toro», nos habla de un Jerez como punto de encuentro para viajeros y comerciantes.
- Calles que rinden homenaje a personajes ilustres: La Calle Esteve, dedicada al arquitecto del Mercado de Abastos, la Calle Méndez Núñez, en honor al héroe de la batalla del Callao, o la Calle San Agustín, que en uno de sus tramos llevaba el nombre del «Conde de Bayona», benefactor de la ciudad.
- Calles que reflejan la importancia de la religión: La Calle Angustias, con su capilla dedicada a la Virgen, la Plaza de San Telmo, antiguo centro de festividades religiosas, o la Calle del Claustro, que recuerda la presencia de un antiguo convento.
- Calles que nos hablan de antiguos oficios: La Calle Lancería, donde se fabricaban lanzas, la Calle Honda, antiguo centro de caldereros, o la Calle Bizcocheros, que nos recuerda la importancia de este oficio en el pasado.
Las fuentes insisten en la importancia de observar con atención cada detalle para comprender la historia que se esconde detrás de cada nombre. Las calles de Jerez, más allá de su función práctica, son un tesoro para aquellos que buscan comprender la esencia misma de la ciudad.
30 Calles Emblemáticas de Jerez:
1. Calle Aire: En un lateral de la catedral se desliza desde arriba a abajo esta calle donde el aire corre siempre. Se cree que esta calle es famosa por las corrientes que lleva su nombre y que van desde la Alameda Vieja hasta la calle Cruces. .
2. Calle San Miguel: Esta calle se menciona en varias ocasiones, siendo un punto de referencia para ubicar otras calles y plazas. Su nombre proviene de la iglesia de San Miguel, uno de los templos más antiguos e importantes de Jerez.
3. Calle Honda: Originalmente conocida como «Honda de los Caballeros», su nombre actual evoca su pasado como centro de actividad para los artesanos caldereros.
4. Calle Esteve: Un homenaje al arquitecto Don José Esteve y López, artífice del Mercado de Abastos en 1876. Las fuentes destacan la importancia de este mercado para la ciudad y el proceso de financiación estatal para su construcción.
5. Calle de la Vía Crucis: Conectada a la calle Esteve, esta calle era conocida por la venta de dulces, una tradición que las fuentes describen como una «delicia estival».
6. Calle Lancería: Su nombre actual, que hace referencia a la fabricación de lanzas, tiene su origen en la antigua denominación «Astería». En sus inicios, la calle albergaba tiendas de aslas y lanzas, herramientas esenciales para los soldados.
7. Calle Corredera: Antigua vía principal que comunicaba Jerez con Medina, esta calle era transitada por diligencias y jinetes. Albergaba varios mesones, entre ellos el de la Misericordia y el del Paraíso, perteneciente a la familia N uño de Villavicencio.
8. Calle Pedro Alonso: Su peculiar nombre recuerda una antigua tienda que perteneció a un tejero llamado Pedro Alonso.
9. Calle Angustias: Debe su nombre a la Capilla del Humilladero, donde se veneraba una imagen de la Virgen de las Angustias, donada por Don Fernando Morales y Maldonado en 1578.
10. Calle Mariñíguez: El nombre de esta calle rinde homenaje a Doña Maria Iñíguez, un personaje cuya historia completa no se revela en las fuentes, aunque se sugiere que realizó importantes contribuciones a Jerez.
11. Plaza de San Telmo: Antiguamente conocida como «Plaza de la Oliva», su nombre original hacía referencia a la abundancia de olivos en la zona. Con el tiempo, se convirtió en un punto de encuentro para la celebración de festividades religiosas.
12. Calle Méndez Núñez: Un homenaje al marino gallego Casto Méndez Núñez, reconocido por su valentía en la batalla del Callao (Perú) en 1866. Las fuentes destacan la importancia de esta batalla y el heroísmo de Méndez Núñez.
13. Calle San Agustín: Dividida en tres tramos, uno de ellos se denominaba «Calle del Conde de Bayona» en honor a Don Manuel Misa, quien financió la construcción del cuartel de la Guardia Civil en el siglo XIX debido a la falta de fondos del Ayuntamiento.
14. Calle de las Novias: Anteriormente conocida como «la que va a San Miguel», cambió su nombre en el siglo XVII por razones que se desconocen, despertando la curiosidad sobre las posibles historias románticas que la inspiraron.
15. Calle Antón Daza: Conecta el Arenal con la plazoleta del mismo nombre. Las fuentes no ofrecen más detalles sobre este personaje o la historia de la calle.
16. Calle Caballeros: Su nombre proviene de la familia «Caballeros de Olivos», quienes residían en la calle en el siglo XIV. Conocidos por su nobleza e influencia en Jerez, su legado se mantiene vivo en la actualidad a través del nombre de la calle.
17. Calle del Sol: Mencionada como punto de referencia para llegar a la calle Bizcocheros, esta calle evoca la importancia del sol en la cultura andaluza.
18. Calle Bizcocheros: Conducía al antiguo Cementerio de los Judíos y fue escenario de una disputa en 1489 entre marineros vascos y los bizcocheros locales. La historia de esta calle nos habla de la convivencia de culturas y oficios en el Jerez medieval.
19. Calle Honsario: Su nombre, derivado de «osario», hace referencia a su proximidad con el antiguo Cementerio de los Judíos, un espacio que nos recuerda la diversidad cultural que caracterizaba a la ciudad.
20. Alameda Cristina: Esta extensa avenida, conocida en el pasado como «Llano de Santo Domingo» o «Llano de San Sebastián», albergaba una parada de coches de alquiler. Con el tiempo se convirtió en un espacio dedicado a la reina María Cristina.
21. Calle del Hospicio: Conectando la calle de Sevilla con la del Pozo del Olivar, su nombre se debe a la cercanía del antiguo Hospicio provincial, ubicado en el antiguo convento de los Capuchinos. Esta calle nos habla de la importancia de la caridad y la asistencia a los más necesitados.
22. Calle de Sevilla: Marcando uno de los límites de la calle del Hospicio, esta calle nos habla de la conexión histórica entre Jerez y la capital andaluza.
23. Calle del Pozo del Olivar: Junto con la calle de Sevilla, delimitaba la calle del Hospicio. Su nombre evoca un pasado rural en el que los olivares formaban parte del paisaje de la ciudad.
24. Calle Zaragoza: Ascendiendo desde la calle Aladro hasta la plaza de toros, esta calle era conocida antiguamente como «Molina del Judío». Su nombre actual probablemente hace referencia a la heroína Agustina de Aragón.
25. Calle Santa María: Calle céntrica y transitada, conducía a la capilla de las lágrimas, ubicada en el actual edificio de telégrafos. Su nombre hace referencia a la Virgen María, figura central en la religiosidad popular.
26. Calle Gaspar Fernández: En honor al clérigo Gaspar Fernández, quien estableció una festividad en la iglesia de San Miguel, esta calle nos habla del papel central de la religión en la vida cotidiana de la ciudad.
27. Plaza Quemada: El origen de su nombre permanece incierto, aunque las fuentes apuntan a una posible conexión con una «antigua familia jerezana» que llevaba ese apellido. Su historia aún guarda secretos por descubrir.
28. Calle del Baño Viejo: Única calle de Jerez con un nombre que evoca la presencia del agua, albergaba baños públicos donde los habitantes podían refrescarse del calor andaluz.
29. Calle del Claustro: Debe su nombre al antiguo convento de los frailes mercedarios, quienes fueron exclaustrados en el siglo XIX. El nombre nos transporta a un pasado de religiosidad y vida monástica.
30. Calle del Madroño: Su nombre se debe al antiguo «Jardín del Semillero», donde se vendían madroños. Esta calle nos habla de un pasado en el que los jardines formaban parte del paisaje urbano de Jerez.
Este recorrido por 30 calles emblemáticas nos permite apreciar la riqueza histórica de Jerez de la Frontera. Sus nombres son un testimonio vivo de un pasado fascinante, plagado de personajes memorables, oficios tradicionales y acontecimientos que marcaron la identidad de la ciudad.