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El templo

Ermita de San Telmo. Sede del Cristo, se levanta divisando la campiña y lo que en otro tiempo fueron las Playas de San Telmo.Azulejo del Santísimo Cristo de la Expiración (Ermita de San Telmo)

Se fundo la ermita de San Pedro González Telmo a fines del siglo XVI y su hermandad la constituían los hombres del mar del Puerto de Jerez, ubicado en El Portal.

El Papa Sixto V, en el año 1587, le concede a la Fraternidad de penitencia y a cuantos visiten su ermita, privilegios y también indulgencias. Entre 1606 y 1614 se edifica una sacristía, se rehace un tejado y se levanta un campanario cuyo chapitel se cubre de azulejos que han sido reemplazados. En el año mil seiscientos cincuenta y uno se hace una nueva sacristía y en 1675 se acomete la construcción de una capilla mayor o bien presbiterio y el retablo al Santísimo Cristo. Posteriormente, en 1783, la capilla fue ampliada. Nave interior de la Ermita de San Telmo

Resalta en esta ermita el púlpito, bellísima obra del Renacimiento español recargado. Está situado a la derecha de la única nave que forma la iglesia. Es de madera dorada y ornamentación barroca. A la izquierda está situado el altar de San Telmo, del mismo estilo, igualmente que el altar mayor donde son reverenciadas las imágenes del Santísimo Cristo de la Expiración, Nuestra Señora del Valle y San Juan.

 Paso de misterio

El Santísimo Cristo de la Expiración, con fama de milagroso, con melena de pelo natural al viento, es obra del artista gaditano Juan Luis Vasallo Parodi, realizada en la primera mitad del siglo XX, siendo bendecida el veintiseis de marzo de 1950, siendo una copia en madera del precedente, que era de cartón encolado y se había estropeado. Conserva el actual, al igual quSantísimo Cristo de la Expiracióne el primitivo, el sudario de tela y la melena de pelo natural. El primitivo se incineró y las cenizas se depositaron en el pecho de la nueva imagen. Esta nueva imagen, la actual que procesiona, conserva todas las peculiaridades de la vieja, tal como puede comprobarse observando grabados en los que aparece la talla primitiva del Crucificado. El Cristo se bendijo el 26 de marzo de mil novecientos cincuenta. Si sólo tuviéramos presente las datas, la imagen del Cristo se debería situar entre las tallas del siglo XX. Pero se ha dicho que esto es muy infantil hacerlo, ya que el Cristo forma parte de la historia jerezana, siendo el reflejo de todo el sentir de un pueblo. De ahí que, a este Cristo se le considera un símbolo. El Cristo tiene de significativo, además de otros detalles, que la melena es de pelo natural. La cabeza está ladeada a la derecha y cara arriba, en un instante, bastante forzado, tal y como si estuviera emitiendo el último suspiro, si bien, médicamente hablando, no es acorde la postura de la cabeza con dicho instante de la expiración. Los ojos miran hacia lo alto. La boca la tiene entreabierta. La nariz es pronunciada. El rostro tiene un fuerte prognatismo, acentuándose este defecto por la barba, compacta y aluenga. El cuerpo revela una anatomía atlética y musculosa, robusta y hercúlea. Hay que tomar en consideración el tamaño de este Crucificado, que es de 1,90 metros de altura, excediendo extensamente la talla media de un hombre. Aquí, siguió Vasallo el modelo arquetípico de los Cristos modePaso del Santísimo Cristo de la Expiraciónrnos, tal y como se puede observar en otras tallas de temporadas próximas. De este modo, en el Cristo de la Buena Muerte de Castillo Lastrucci, ya advertíamos esta anatomía poderosa, existe un «modelo» de Cristo contemporáneo, que le representa como un hombre corpulento y robusto. Quizá de esta manera era más fácil dar la sensación de una figura exultante, llena de vida todavía, a pesar de los tormentos. La corona de espinas es superpuesta, de finas púas. El paño de pureza o bien sudario es de fáciles pliegues, formando un lazo en la cadera derecha, y muestra claramente la soga o cuerda que taladra la carne. Es un sudaPaso del Santísimo Cristo de la Expiraciónrio amplia, contrastando este detalle con los que hemos podido observar en Crucificados actuales. Quizás de este modo se deba más la impresión de reciedumbre, en tanto que todo en este Cristo es monumental. Las rodillas aparecen lastimadas. Del cuello brota un hilo de sangre que recorre a la imagen hasta la cintura. Las potencias que se le han colocado en la cabeza contribuyen a consolidar esa sensación de poderío y señorío que es la característica esencial que advertimos en este Crucificado. Son de metal repujado y dorado, efectuadas en el Taller de Viuda de Villarreal y las estrenó en mil novecientos setenta y seis. Se ha dicho que, cuando Vassallo efectuó el torso de esta imagen, fue más leal a sus conocimientos de anatomía que al modelado que se había comprometido a copiar exactamente. En cualquier caso, esta aseveración no persuade, porque la excesiva solidez del Cristo podría haber sido compensada con los conocimientos que el escultor gaditano poseía sobre la anatomía humana, y jamás, salvo por determinadas preferencias de la Fraternidad, hubiera copiado servilmente al Cristo primitivo.

La Cruz es una obra de orfebrería de muy buena factura y conservada en muy buenas condiciones. Fue realizada manualmente en plata de Ley, en 1674, siendo obra de Francisco Márquez, natural de Medina Sidonia, tal y como evideMano derecha del Muy santo Cristo de la Expiraciónncian las inscripciones incluidas en el árbol. Presenta forma prismática y aparece decorada por motivos vegetales de resaltado repujado, completados por cartelas en las que se anotan motivos pasionales aparte de ciertas inscripcioSantísimo Cristo de la Expiraciónnes en las que se reproducen palabras de la Pasión. Mide dos,30 metros de altura. Cuatro haces de rayos, ocupan los ángulos que forman los brazos, teniendo el sol y la luna en el anverso y reverso de la cruceta. El título de la cruz está en una magnífica placa de plata de unos cuarenta centímetros de longitud. Rematan la parte alta y los brazos, tres preciosos lirios. La cruz consta de diecinueve canutos o cilindros de plata poligonales de seis caras, teniendo unos 45 centímetros, el ruedo de seis lados. De estos cilindros, once están en el asta y ocho en los brazos de la cruz.

El primero de los tubos, empezando por la parte superior del asta y siguiendo perpendicularmente, tiene un medallón con un hombre apoyándose en una cruz y atravesando un torrente muy agitado, y esta inscripción en latín: «Baculo hoc coeleste potitur». Otro medallón, en la parte posterior con la corona de espinas. En el segundo de los cilindros, una escala coronada por un crucifijo y estas palabras en latín: «Gradus quo seanditur alther». Más tarde, tres medallones con la linterna, la trompeta y la bolsa. En el tercero, Isaac cargado con leña y la lectura latina: «Incolunis sibi Fert ipsi dulce pondus». Orígenes al dorso, medallón con la caña y las letras «Ecce Homo». En el 4º aparece: «Esta Cruz la legó en su testamento a este Santísimo Cristo de la Expiración don Alberto Manuel Caballero». Al dorso, tres medallones, dos de ellos con martillos, y el teSantísimo Cristo de la Expiraciónrcero con los 3 clavos. En el 5º aparece esta inscripción: «Y se puso por obra de don Cristóbal Clemente Torrijo, cura beneficiado de la iglesia parDetalle de la Cruz del Muy santo Cristo de la Expiración (en él se ve la data de ejecución: Año de mil setecientos cuarenta y cuatro)roquial de San Miguel y por don Manuel Vicente Torrijo, cura teniente de dicha iglesia, los que consagran su corazón al Muy santo Cristo. Año de 1744″. Al dorso, medallón con escalera. El 6º tiene 4 medallones: 1º) cráneo, con 2 tibias cruzadas, símbolo de la muerte, 2º) y 3º) tenazas, y 4º) lanza y esponja. El 7º, un árbol con un hombre durmiendo y la inscripción: » Arbor hoce vere raspita viae». Al dorso, medallón con dos dados. En el 8º aparece la encina de Mabré con 3 ángeles, al pié, sentados, unos panes y la inscripción: «Sub illius panem angelorum porrectus». Al reverso, tres medallones, con plato, jarrón y túnica. En el 9º aparece el arca de Noé sobre las aguas, y la leyenda: «Nostro fillit signa satudis». Al dorso, medallón con manopla. En el 10º hay dos heces de mieses cruzadas y escrito aparece: «Yn crucis forma derivatur ubertas». En el 11º aparecen Adán y Eva, al pie del árbol, y escrito: «Ypse liginum tule notavit». Al dorso, medallón con el gallo sobre la columna y la inscripción en castellano; «Siendo Mayordomo, Antonio Bravo, y Pedro Ximenez y Alonso Blanco, hermanos mayores. Año 1744».

En el brazo derecho de la cruz: en el 1º Judas entregando el bailón a su nuera Thamas y escrito: «Conmissa dolet hoc pignus salutis». Al dorso, un medallón con un libro, con la palabra «Oratio», en él. En el 2º Jacob bendiciendo a sus niPies del Santísimo Cristo de la Expiraciónetos Manesis y Ejocain y escrito: » Cruz domini Abedublo faciem repadandi». Al reverso, medallón con unas llamas. En el 4º Judas asiendo con la mano derecha un cetro en forma de cruz y, escrito: «En Judas inanferibile Sceptrum». Al dorso, medallón con un cáliz. En el brazo izquierdo aparece lo siguiente: en el primer cilindro, Moisés con una encalla y, escrito: «Prodijionis mensura in mensurábilis». Al dorso, medallón con la Santa Faz. En el 2º 2 figuras de hombRelicario del Lignum Crucis a los pies del Muy santo Cristo de la Expiraciónres y, entre ellos, aparecen dos serpientes, con la leyenda: «Puis iter reservat proptervis redudit». Al dorso, medallón con piedras. En el 3º, 2 hombres, con dos palos, caminando, y la inscripción: «Dóminis astur eludit». Dorso, medallón con una barrena. En el 4º aparece Moisés tirando un leño a las aguas y el letrero que dice: «Amara im maradulcavit». Dorso, medallón con un pan y la palabra «Avemo». En el año dos mil, se procedió a la restauración de la Cruz del Muy santo Cristo de la Expiración en los talleres hispalenses de Borrero.

La cruz se fijaba en el paso sobre una base o bien peana de madera plateada. Desde el año mil novecientos noventa y dos la peana de la Cruz es de plata de ley, repujada y esculpida por Estudio Orfebrería Triana, de Sevilla. Al pie de exactamente la misma tiene un relicario del Lignum Crucis, un pedazo de la genuina Cruz de Cristo.

La vela, lleva bordada un sol y una luna, que hacen referencia al pasaje evangélico que habla del eclipse. Es una candela nueva, bordada por Carrasquilla, por ambos lados y de malla a fin de que se pueda ver el Cristo por detrás, cosa que era imposible con la precedente. Para muchos la vela es un exvoto, para otros es una reminiscencia de cuando el Crucificado iba portado por una persona en las primeras estaciones de penitencia. E incluso se ha llegado a meditar que sea el símbDetalle de la Cruz del Santísimo Cristo de la Expiraciónolo del Viejo Testamento y la imagen, del Nuevo. Es un paño triangular que pende de los brazos de la cruz; el vértice cara abajo, se fija prácticamente en la base de ésta a exactamente la misma altura que los pies de la imagen. Parece ser que el Cristo ha tenido 4 candelas. La anterior a la actual, la tercera, estaba bordada en realce con hilos de oro sobre terciopelo rojo oscurísimo. En todo el perímetro se repetía un solo tema: macollas de hojas de acanto, con 2 alturas diDetalle de la Vela del Muy santo Cristo de la Expiraciónstintas que se alternaban; en el centro de la vela, bajo los brazos de la imagen, el sol y la luna. No se sabe nada de en qué momento se hizo. En un grabado muy interesante de 1815, en la candela está el sol, la luna y los bordados de la orla, que parecen de estilo rocalla. Puede que esta sea la segunda vela que tuvo el Cristo, si bien en el grabado se ve de manera perfecta que la imagen está en la cruz de plata, y la cartela del INRI queda representada con tanta libertad que no semeja exactamente la misma cruz. La tercera candela estuvo procesionando hasta mil novecientos cincuenta y uno. En el mil novecientos cincuenta y dos se estrenó la actual, y desde el 6 de Noviembre de mil novecientos noventa y cuatro lleva prendida la Medalla de Oro de la Urbe. Todavía se pueden apreciar los bordados de la precedente en el Simpecado de la Fraternidad.

Lutgardo Pinto Ruiz, padre de Francisco Pinto Berraquero, que nace en Tarifa en el año 1896 y llega a Jerez cuando tenía 4 años, muriendo en nuestra ciuDetalle de la Vela con la Medalla de la Urbe del Muy santo Cristo de la Expiracióndad en 1975, fue el que realizó este paso, en cedro y en su color natural, en el año 1937. Llaman poderosamente la atención en este paso los candelabros que, como iluminación, utiliza. La Hermandad los acostumbra a exornar con unas pequeñas ramas verdes que le dan una gracia peculiar. Estos candelabros fueron concebidos por José Esteve Guerrero y se realizaron en los talleres de José Cano y cuentan con la particularidad de ser de hierro forjado, en contraste a la gran mayoría. Se decoran con hojas de vid del mismo material. De entrada se hicieron con carácter temporal para procesionar un año o bien como máximo 2, mas cuando se hicieron los nuevos de plata de los que sólo se hicieron dos, que se tuvo ocasión de verlo en la salida extraordinaria que realizó la Hermandad con motivo de su cuatrocientos aniversario a la parroquia de San Miguel, no llegaron a cuajar, manteniéndose definitivamente los provisionales debido a su mucha personalidad. El juego de luces es de ochenta y seis guardabrisas en este paso. El paso en sí consta tan sólo de una canastilla, pues siendo cargado por fuera no lleva respiraderos. Como hePaso del Muy santo Cristo de la Expiraciónmos dicho es de cedro y terminado en su color. En el centro de cada lado y en las 4 esquinas hay unas hermosas cartelas que decoran la canastilla y hacen de crestería. En 1991, se retocó incrementando en altura la canastilla y cambiado las esquinas que ahora llevan 4 evangelistas en bajorrelieve, en plata de ley, y el frontal, trasera y laterales, donde llevan cartelas, que contienen escudos y atributos de la pasión y en la trasera el escudo de Jerez, estas en alpaca plateada, trabajo efectuado en los talleres de Orfebrería Triana, de la capital hispalense en el año mil novecientos noventa y uno. Los adornos de la parte superior están tallados al aire. Las dimensiones del mismo son de doscientos treinta y dos cms. de ancho por trescientos cuarenta y ocho de largo.

Paso de San Juan

Entre el paso de Misterio y el de palio, aparece la imagen procesional de San Juan Evangelista que, de la misma manera que en la otra representación del mismo en la Semana Santa de Jerez, en la Fraternidad de Jesús Penitente, porta una palma en una mano izquierda, al tiempo que con la derecha apunta a la Virgen el camino que debe recorrer en pos de Cristo. Es una talla anónima, fechable en los primeros años del siglo XIX. Ha sido restaurada varias veces, con lo que es muy difícil emitir un juicio acerca de de qué manera fue originalmente. Es muy popular, conocido como «JuanSan Juan (Fraternidad del Cristo de la Expiración)illo». Es talla de tamaño natural y de vestir. Lleva aureola en plata de ley y túnica verde con bordados por el filo y las bocamangas, y mantolín, colorado con bordados que fueron hechos en el Beaterio a inicios de este siglo. Túnica y mantolín fueron restaurados en el año dos mil cinco.

El paso, ejecutado en 1966 por Manuel Guzmán Bejarano en pino de Flandes, fue estructurado para ser cargado por fuera, por lo que carece de respiraderos. 4 candelabros de cinco luces cada uno de ellos en las esquinas se utilizan en este paso para la iluminación. No está dorado sino que es del color que vulgarmente tiene por nombre de «madera», estando esta teñida y embarnizada, sin que esta característica desmerezca en nada el conjunto. Al año siguiente de colocarle al paso de Cristo los apliques de orfebrería, también le pusieron al paso del «Juanillo» ciertos adornos de plata cofradiera. Este paso asimismo va cargado por fuera, y serán los jóvenes de la Fraternidad los que carguen con él; solo cuando sean hombres con experiencia podrán llevar sobre sus hombros al Cristo.

Paso de palio

En el paso de palio procesiona María Santísima del Valle, que es la única imagen de talla completa que proMaría Muy santa del Vallecesiona en la Semana Santa de Jerez. No se sabe quién fue su autor, ya que no se ha encontrado documentación a este respecto. Mas, al indagar en los datos históricos de la Hermandad, se puede asegurar que estamos frente a una obra que, en sus comienzos, fue barroca y que existía a inicios del siglo XVII.

La primitiva imagen de Santa María del Val era de candelero, de tamaño algo menos que el natural y de rostro pequeño. A principios de los años 40, Ramón Chaveli convirtió la imagen de candelero en una talla de vestir, labró un cuerpo más grande y le puso ojos de cristal. Diez años después, Juan de Brito le retocó el rostro. Por último, en mil novecientos ochenta y dos, el sevillano Francisco Buiza Fernández suprimió todas las capas de pintura y encarnó de nuevo la imagen, falleciendo poco más tarde de este trabajo.

María Muy santa del ValleHoy día, tras tantas restauraciones, podemos contemplar en la Virgen del Valle a una Dolorosa bellísima, de rostro moreno y pequeño, de forma ovalada e intensa expresión de dolor, casi infantil, en su rictus, suavizada por la delicadez de las facciones. Se trata de una Virgen joven, no pequeña, pero sí idealizada. Las manos son de una gran delicia en el modelado, revelando la gubia de un enorme artista. Su advocación procede del rezo de la Salve, por cuanto los hijos de Eva acuden a Ella, gimiendo y llorando en este penoso «valle» de lágrimas.

La corona que se confeccionó para la Coronación Preceptiva de la Muy santa Virgen del Val fue efectuada en los talleres de Orfebrería Triana, propiedad de los maestros orfebres D. Juan Borrero Campos y su hijo, D. Juan Borrero León, en el año dos mil ocho, sobre oro fino de ley de veintidos quilates. Presenta racha trabajada a dos caras. Canasto y también imperiales repujados y esculpidos de estilo barroco. Lleva doCorona de María Santísima del Vallece estrellas de 15 puntas puestas sobre los extremos de los doce rayos planos y biselados de la racha donde tambien lleva 6 imágenes pequeñitas de angelotes-pequeños. Junto a la Cruz que la remata, van dos tallos o ramilletes de azucenas. En el centro y en la parte superior de la racha luce un Orbe de marfil y oro, siendo rodeado por un meridiano de rubíes. Bajo el convocado Orbe se presenta un Baldaquino con una pequeña crestería y en el mismo va un regio Ostensorio. Los seis imperiales que van sManto de salida de María Santísima del Valleobre el canasto se identifican por la fuerza de sus tallas. El canasto lleva seis óvalos, 3 en la parte delantera donde están representadas las Virtudes Teologales (Fé, esperanza y caridad) y tres en la parte posterior, que son los escudos y heráldicas de Su Santidad el Papa Benedicto XVI (pontifice reinante cuando fue coronada), el del Obispo de la Diocésis de Asidonia-Jerez D. Juan del Río Martín (Prelados que la coronó) y el de la ciudad de Jerez. Asimismo lleva 6 ramilletes con jarras y flores en el cesto, de forma cilíndrica ricamente decorado, esculpido y repujado.

La anterior corona de salida de la Virgen es obra de Juan Borrero, de los Talleres de Orfebrería Triana, del año 1985. Es de plata sobredorada. Es corona cerrada con el canasto dividido en seis partes por unos balaustres con remates flamígeros. De estos balaustres salen hojas de acanto, muy curvadas, que enmarcan unas ménsulas donde se sientan ángeles; el ángel es el motivo primordial de cada parte. Los imperiales son muy anchos y con el canasto forman una masa que contrasta bastante con la ráfaga. La racha está trabajada a 2 caras, y a pesar de ello es delicada, muy transparente y descansa sobre los imperiales. La remata una cruSaya de la Coronación Preceptiva de María Santísima del Vallez. La cruz y las estrellas son de filigranas, y más parecen obra de cordobeses que de sevillanos. Se estrenó en el año 1986 y fue restaurada en el año dos mil ocho.

El bordado del mantón, en oro y realce conjuntado con hilos de sedas de colores, es obra de Carrasquilla, del año 1968, sobre terciopelo granate. Tiene una orla de macollas de hojas de acanto y flores, sobre un fondo de malla. Y una segunda orla, angosta y curvilínea, que es la que de veras enmarca todo el conjunto. La composición es simétrica con elementos muy tradicionales, que se completan con flores y hojas que forman calles como en otras composiciones de este taller. En todas y cada una de las flores el oro quedDetalle del respiradero del paso de palio de María Santísima del Vallea matizado por las sedas de colores, y el colorado del terciopelo por muy, muy finas espirales que aparecen por todos lados. La imagen es famosa desde hace unos años por «la flamenca del manto rojo», ocurrencia feliz del versista Antonio Galán Molina.

La falda de la Virgen, de Esperanza Elena Caro, de tisú de plata con bordados en oro y sedas de colores. Los bordados son de una falda antigua y fueron pasados al nuevo tisú en el año 1975. Tiene un enorme mantón bordado, de terciopelo colorado, donado por la reina Isabel II. La toca de sobremanto es obra del taller de Rocío Borrero, de Sevilla. Es de malla de hilos de oro con bordados del mismo material y sedas de colores. Son de marfil unas cabezas de ángeles que completan la composición. Se estrenó en el año 1989. En el año 2009, estrenó una falda bordada en oro para su Coronación Canónica, efectuada por Fernando Calderón. Asimismo, ese año, este bordador restauró la saya asimétrica. En el año dos mil diez estrenó un conjunto de falda y mantón de vistas negro, bordado en oro fino, por Herederos Esperanza Elena Caro.

La orfebrería se ha repartido entre los talleres de Villarreal, Juan Borrero y Francisco Fernández. Los respiraderos del paso son de 1985, obra de Juan Borrero efectuada en el Estudio Orfebrería Triana. Nos recuerdan a los que se hicieron en el Taller de viuda de Villarreal pDos angeles portando el escudo de la Fraternidad en el remate superior del respiradero frontal del paso de palio de María Muy santa del Valleara el paso de la Amargura (mil novecientos sesenta y ocho) y para el de las Viñas (mil novecientos setenta y cinco). Cambia un poco el dibujo de las hojas de acanto; ahora en los medallones están representados los Apóstoles, sólo el busto; y en la enorme hornacina, vemos a la Inmaculada Concepción, que también es de busto redondo y policromada. Asimismo acá, sobre Llamador del paso de palio de María Santísima del Vallela capilla, hay dos angelotes, vestidos, y nos muestran el escudo de la Hermandad, que está dorado. Los respiraderos se estrenaron en la Semana Santa de 1986. Los anteriores respiraderos eran obra del jerezano Manuel Rodríguez Pérez. En el llamador, de plata, figura una barca con la inscripción «Virgen del Val» y 3 marineros: mientras que dos de ellos tiran de la barca, el otro echa las redes que va recogiendo; 2 de ellos llevan «la molía”. Es de plata de ley, fue repujado por Estudio Orfebrería Triana y estrenado en el año 1992. Los borlones de la manigueta de los talleres Triana de Sevilla también se realizaron en 1991. La candelería, del año mil novecientos ochenta y cinco, también se hizo en Estudio Orfebrería Triana, tiene 86 puntos de luz, puesta en ocho filas, y parte de ella fue restaurada en el 2001 en la misma orfebrería Triana. Es de alpaca plateada y repujada. Las jarras son seis grandes, dos medianas y 8 pequeñas. Están totalmente repujadas; las panzas tienen un estrangulamiento casi en el arranque, lo cual les da un perfil bien elegante. En el frente tienen, en huecorrelieve, el escudo de la Hermandad y prácticamente de bulto redondo, la cabeza de un angelito. La peana fue repujada también por Estudio Orfebrería Triana. Es de alpaca plateada; tiene el perfil cóncavo, las esquinas en cLa Inmaculada Concepción en el respiradero frontal del paso de palio de María Santísima del Vallehaflán con un angelito, desnudo y tenante, en cada una, y una enorme cartela, realmente bien compuesta y repujada que tiene muchísimo relieve; parte del fondo está abujardado y en su interior tiene un medallón ovalado con el escudo de la Hermandad, dorado y en mediorrelieve. Sobre la peana y delante de la Virgen hay dos angelBasamento de un varal del paso de palio de María Santísima del Valleitos, sentados y portando un candelero que se remata con una tulipa. Se estrenó en el año mil novecientos ochenta y cuatro.

Los candelabros de cola fueron efectuados en los talleres de la Viuda de Villarreal en 1991 y constan de 24 puntos de luz. Son de alpaca plateada. La base es un prisma de sección triangular. Cada cara es una capilla rematada por un arco de medio punto. La cara exterior, de cada base, tiene una imagen; en una el Sagrado Corazón de Jesús, en la otra, San Telmo. Sobre la base hay un jarrón y de entre las flores salen los brazos del candelabro. En el 2001 se restauraron las coronitas de las tulipas de los candelabros de cola. Obra de Manuel Rodríguez Pérez, del año mil novecientos cincuenta y seis, son los varales del paso. La base es una capilla de planta cuadrada; en cada cara, dos columna aguantan un entablamento, sobre él descansa un frontón curvilíneo. En cada cara hay una hornacina, y en la hornacina de la cara exterior, una imagen en medio relieve. De las esquinas del basamento salen unos roleos que hacen de arbotantes de los tubos. La base está bien compuesta, dibujada y repujada. Ahora bien, los tubos son únicos y geniales: los tramos son cortos, están estrangulados muy frecuentemente, y unidos por innumerables nudos; el único cilindro largo está recubierto por unas muy, muy altas hojas de acanto. Cada pieza, cada milímetro, está repujada con infinita paciencia, buen gusto y cargada de símbolos y alegorías. La macolla central tiene el perfil de un vaso tradicional, con unas asas al aire y en el frente una cabeza de angelito valerosamente repujadCandelabros del paso de palio de María Santísima del Vallea. Los varales se rematan con perillas. Fueron restaurados por el Taller de Viuda de Villarreal en el año 1977 y se acortaron en treinta centímetros para hacer menos bastante difícil la salida procesional.

La Coronación de la Virgen bordada en el faldón derecho del paso de palio de María Muy santa del ValleEl palio fue bordado por Carrasquilla en el año mil novecientos sesenta y dos. En el centro del techo hay un enorme óvalo formado por muchos y afilados rayos; una estrella está en el extremo de muchos de estos rayos. En el centro del óvalo, en mediorrelieve, se representa la Asunción de la Virgen; el conjunto está policromado y es una copia del que hay en el monumento que nuestra urbe levantó en honor de este dogma mariano. Alrededor del óvalo hay unas macollas de trazos muy finos, hojas de acanto y múltiples zarcillos. Estos motivos se repiten por los bordes del techo y en las cuatro esquinas, y de este modo, queda todo el techo bordado. En el dos mil uno, se procedió a la restauración de la Gloria del techo del paso de Palio, policromada y dorada.

Las caídas son de estilo sevillano y tienen más personalidad. Por el interior los trazos son mas gruesos, las hojas de acanto más profusas y el conjunto es considerablemente más rico. Las caras exteriores son lo mejor de todo. La composición está concebida para ocupar los espacios de entrevarales y el eje lo ocupa un cesto o un jarrón con flores; alrededor del tema primordial hay unas gruesas hojas de acanto, anchos roleos que, contrapuestos a los de la composición contigua, forman un nuevo tema y parece que la composición es continua. En 1992 fueron sustituidos los flecos que pendían de las caídas del palio por bellotas.

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En 1Gloria del techo del palio del paso de María Santísima del Valle995 se estrenaron los bordados de los faldones laterales y trasero del paso por José Guillermo CarraEscudo bordado en el frontal del paso de palio de María Santísima del Vallesquilla, con cartelas bordadas en seda, sin hilo de oro (como se hacía antiguamente), las carnes de marfil y las orfebrerías de exactamente los mismos por Juan Borrero en Sevilla. En uno de los laterales se ve la cartela de la Coronación de la Virgen y en el otro lleva las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad). Con esto se completa el bordado de los faldones empezado hace unos años con el delantero donde va bordado un escudo compuesto por las próximas piezas: dos óvalos (en el primero está una barca con tres cruces que salen de su interior: esto constituyó siempre y en todo momento el escudo de la Hermandad; en el segundo, el escudo de España). Sobre los dos óvalos hay una tiara; por los lados se ven los paletones y las anillas de dos llaves que se cruzan por detrás de ella. Todo queda rodeado por el collar del Toisón de Oro; sobre la parte superior del collar hay una corona real. Los esmaltes y los metales quedan representados por hilos de oro y sedas de colores. Los faldones acaban con una cenefa curvilínea bordada con hilos de oro. En el 2000 se restauró la parihuela del paso y en el año dos mil nueve, con ocasión de la Coronación canónica de la imagen fue restaurado el paso completo.

Escudo

Esta cofradía, de probada antigüedad y con claros principios gremiales, forma el escudo con un conjunto de elementos que condensan siglos de historia y sucesos.

En su parte central, un navío, donde se sitúan tres cruces en cubierta, siendo la del centro más alta, muestra original de su vinculación con el gremio de los barqueros.

En la parte superior, sobre dicha cruz central y superando todo el conjunto, resalta el Distintivo Pontificio, formado por una tiara que tiene de fondo 2 llaves, representando el título de “Pontificia” que ostenta la Fraternidad. Es propio del Distintivo del Sumo Pontífice, las 2 llaves cruzadas (al estilo de la Cruz de San Andrés), símbolo del poder dado por Cristo a San Pedro, apareciendo junto a una tiara de plata con 3 coronas de oro, que representa los tres poderes del Sumo Pontífice: orden sagrado, jurisdicción y magisterio.

En la parte inferior, bajo la quilla del barco, la Corona Real rodeada del Toisón de Oro, representando el título de “Real” recibido por la Hermandad. Dicha Corona consiste en un círculo de oro, enriquecido de piedras bellas, realzado de ocho florones, interpolados con ocho pequeñas puntas adornadas; cerrada por arriba con 8 diademas de oro cargadas de perlas, unidas en el centro superior, y cimadas de un globo, centrado y cruzado de una cruz plana de oro. Circundando la corona aparece el Toisón de oro, que está formado por una cadena de oro del que pende un cordero o vellocino también de oro, el cual fue símbolo de los caballeros de la orden de caballería del mismo nombre, que nació para proteger a la religión católica, pero que mediante la historia a pasado solamente a la Casa Real De España, siendo signo del carácter real de la empresa, al igual que la Corona Real.

Finalmente, cerrando el conjunto, se desprende la ínfula de la tiara papal a modo de una filacteria, una cinta como orla, que se entrelaza entre sí, conteniendo el título oficial de la Hermandad.

Historia

El «Cristo de Jerez» cuenta con una gran tradición en la ciudad. En los extramuros de Jerez perteneciente a la collación de San Miguel, en el 1400 había una calle llamada Oliva por vivir en ella el artesano Juan de Oliva, el que daría orUn primer plano de María Santísima del Val, mucho ya antes de su restauración efectuada por Francisco Buizaigen a su nombre, situada ésta junto a un barranco y una explanada que lindaba con la del Salto de la Cruz, hoy día llamada Cruz Vieja. Al pie de este barranco había una pequeña ermita donde los pescadores y barqueros jerezanos ya antes de salir a faenar rezaban y se confiaban a su patrón, el dominico San Pedro González Telmo, nombre por el que hoy se le llama Ermita de San Telmo.

La incesante devoción que estos hombres de la mar les tenían a su patrón, dio lugar a que en 1406 se fundara en esta ermita, una cofradía gremial de barqueros y pescadores, la cual sale en procesión sobre andas con la imagen de San Pedro Telmo, cuya imagen es portada en andas por sus cofrades en la procesión del Corpus ChriAño mil novecientos cuarenta y cuatro. Paso del primitivo Santísimo Cristo de la Expiración con la Candela vieja.sti de 1420.

La Cofradía amparada en la buena marcha de sus hermanos, fundan una Fraternidad de penitencia y la titular Santa María del Valle, nombre que se le da a esta Virgen por ser venerada asimismo en esta ermita, y toma su nombre por estar asentada en lo alto de un pequeño val, cuya marisma lindaba con El Portal. Y junto al pie del Río Guadalete había un pequeño embarcadero, al cual se dirigían los hombres que faenaban en la mar.

Aunque existen datos dispares sobre el alumbramiento o bien la existencia de esta Cofradía en los finales del siglo XV, se pPaso de Palio de María Stma.del Val. Los varales son de plata; el mantón isabelino y el ornamento floral una innovación. En las dependencias de la ermita se preservan el mantón y los respiraderos. Los varales ahora procesionan en Rota.uede asegurar que su origen con el primitivo de San Telmo se efectuó por el Gremio de los barqueros en 1575, en que lo comunican al Cabildo de la urbe, frente a la petición de unas tierras en extramuros para la construcción de sus circuitos. Es de las pocas que, en sus principios, poseyó verdadero carácter gremial, ya que fue fomentada por el Gremio de barqueros del Guadalete y en su fundación intervinieron únicamente personas de esta profesión. En los años finales del siglo XVI se agregó al primitivo nombre el del Cristo de la Expiración, debido a la gran devoción que, desde tiempo atrás, se extendió por todos y cada uno de los contornos, gracias a la popularidad prodigiosa de la sagrada imagen. La Cofradía progresó durante los años. El 10 de junio de 1586 se aprobaron sus reglas, mas con anterioridad había obtenido un rescripto pontificio, donado por el Papa SiAño 1955. María Stma.del Val procesionando por primera vez en un paso cargado por dentroxto V en la ciudad de Frascati, en el mes de junio de mil quinientos setenta y ocho, y por el que se concedían numerosas indulgencias a la imagen de la Virgen del Val que se encontraba en sus instalaciones. De este documento existe copia que se conserva en la sacristía del templo. En 1634 la Virgen del Val sale en procesión por vez primera en andas y bajo palio; obra del autor sevillano Pedro Ramírez. Prueba del gran progreso que adquirió, tras la construcción de sus locales, fue la donación de la gran Cruz de plata del Cristo, por testamento de Alberto Manuel Caballero, fallecido el seis de marzo de 1743, según consta en la inscripción que en ella existe, siendo sepultado en San Miguel, si bien el día de hoy sus restos mortales ya descansan en la Ermita de San Telmo. (La mencionada inscripción afirma textualmente: «Y se puso por obra de Don Xristóbal Clemente Torrijos, Cura Be. y también la Igle. Parro. del Sr. San M. y por don Manuel Vicente Torrijos, Cura teniente de dicha igle. los q. consagraron su Corazón al S.S. Xrispto. Año mil setecientos cuarenta y cuatro. Esta Cruz la legó en su testEl Cristo el Viernes Santo en los años cincuenta. La candela todavia no es de malla bordadaamento a este S.S. Xrispto de la Expir. Don Alberto Manuel Cavallero». Más tarde, bajo esta inscripción, existe otra que dice: «Ciendo Mdomo. Antonio Brabo y P. Ximénez y Alfonso Franco, Hermanos mayores. Año de 1744»). Durante la invasión francesa fue pintada de verde a fin de que no fuera rapiñada por las tropas invasoras.

No se puede olvidar el carácter gremial de esta Cofradía. Son muchos los antiquísimos rasgos que de esta manera la definen. Hasta su Ermita los conserva, llevando por cúspide una muy antigua veleta que marca, al compás del viento, los movimientos de un pequeño velero. Años 20. La Virgen del Val con palio de 8 varales.Se observan hermanos con la túnica de Jesús Penitente al fondo de la imagen. Los bordados del palio son hoy propiedad de una Hermandad de Rota

La talla primitiva del Cristo de la Expiración tiene una historia interesante. Conforme cuenta la tradición, en mil quinientos noventa llegaron al Convento de Madre de Dios monjas Clarisas religiosas de la misma Orden y provenientes de un convento de Gibraltar. Entre las pocas pertenencias que transportaban a Jerez, una joya: la imagen de un Cristo crucificado de buen perfil, de tamaño natural, expirando y con fama de milagroso, mas realizado en un material no muy noble. Su llegada coincidió con una larga sequía que calcinaba la campiña jerezana. El Cristo de la Expiración fue sacado en rogativas. El milagro fue tan rápido y contundente que la procesión no pudo regresar al ConvPatente o bien credencial que entregaba la Hermandad del Cristo en los años 30ento de Madre de Dios, debiendo cobijarse en la Ermita de San Telmo. Se celebró un triduo en acción de gracias y, a petición del pueblo, autoridades y dominicos, la imagen del Cristo quedó para siempre allí. En mil seiscientos cinco era ya titular de la fraternidad de penitencia denominada del Sto. Cristo de la Expiración y Sta. María del Val, que existía en tal ermita. Hasta entonces, la fraternidad solo tuvo a Santa María del Val por única titular. Desde entonces, entre los jerezanos, el Cristo de la Expiración es «El Cristo» y, de la misma manera que sucede con El Penitente (de San Juan de Letrán), no hacen falta más palabras para que se nos comprenda.

Los barqueros daban culto a su patrono en la ermita y ofrecían una parte de las ganancias de su lucha con la mar al culto del Crucificado y para mantenimiento del culto a su reverenciado patrono de San Telmo. Mas, como desee que unos barquePrincipios de los años veinte. La Virgen del Valle con las representaciones oficiales que entonces acudían a la procesión del Viernes Beato. En el grupo, el Padre Becerra y el Hno.Mayor, D.Juan Montesros (dos hermanos) no hacían ofrendas ni eran fervorosos, sucedió lo que se puede relatar por haber sido contrastado por numerosas vías de la tradición: Estando saliendo a alta mar desde las playas de San Telmo, o sea, saliendo por la desembocadura del río Guadalete cara la Bahía, se desencadenó un enorme viento y grandes olas agitaban la pequeña embarcación que estuvo a puntito de naufragar.

Llegado el momento del peligro inminente de ceder se acordaron estos toscos pescadores del beato patrón de su ermEl 15 de agosto de mil novecientos treinta y seis, recien comenzada la Guerra Civil, fue trasladado solemnemente a la Alameda Cristina el Cristo de la Expiración para encabezar una Misa de campaña pidiendose por la pas en España. La imagen está frente al palacio de los Marqueses del Salobral entonces derribado al construirse el aparcamiento subterráneo del Mamelónita y se encomendaron a él y a la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración. En aquel instante, cuenta la tradición, se les apareció como colgado en la candela crujiente la imagen del Muy santo Cristo y lograron salir de aquella especie de galerna, dada la pequeñez de su barca. Arrepentidos por su terquedad y enfervorizados por el hecho ofrecieron a la imagen del Muy santo Cristo la candela de su barca que la colocaron detrás de la Cruz (que entonces era de madera) y, con el correr de los tiempos ha quedado simulada en la que lleva hoy día el Muy santo Cristo de la Expiración, de malla bordada con la Luna y la Rosa de los Vientos.

Por aquellos tiempos iban en procesión con el Cristo hermanas que iban con túnicas y capuz negros acompañando la venerada imagen, todos los años, formando un largo cortejo en dos filas y portando faroles al estilAños 40. La precedente imagen del Cristo con la Virgen del Valle dentro de su capilla. El palio de la Santísima Virgen se encuentra en nuestros días en Rotao de los del Nazareno; eran las «hermanas del Cristo» y alumbraban en su caminar, expirando por las calles de Jerez acompañadas por otras penitentes más que habían salido acompañando a Jesús Nazareno y que con sus túnicas moradas y cíngulos amarillos se unían al cortejo. Ya esta vez no iban entrelazados los cordones, como acostumbran a hacerlo las «hermanas de Jesús» a lo largo de la madrugada del Viernes Beato. Las hermanas acompañaban a los hermanos del Cristo que iban vestidos con la túnica negra plisada y un tocado con «escarolados» haciendo complicados dibujos en la caída del tocado o capuz egipcio, que embarnizaban y endurecían, tratándolos con cola o bien con barnices por lo que se decía que los «alquitranaban» (al ser negro brillantes) y en algunos casos se le acostumbraba a decir «el bacalao». Destacaba y destaca aún en los hermanos del Cristo de la Expiración el pañImagen de San Juan captada un Viernes Beato en los años veinte a la salida de San Telmouelo blanco de seda con encajes dorados con el escudo de la Fraternidad (la barca y las cruces), puesto al cinturón ancho que solía ser, como ciertas unas partes de la túnica, de terciopelo negro.

Antes de la salida de la procesión, múltiples hermanos limosneros del Cristo pasaban por las calles de su recorrido pidiendo dádiva para sus titulares. En el año mil seiscientos sesenta y ocho recogieron los limosneros la muy importante cantidad de 525 reales, de los cuales dieciseis se ofrecieron al Presbítero Alonso Jiménez para la celebración de ocho misas. Al llegar este cortejo a los alrededores de la prisión, en la Capilla de Belén, le cantaban a las veneradas imágenes los presos y acostumbraban a amnistiarse un reo que después acompañaba la procesión hasta la Ermita. Esto lo reflejó Padre Luis Coloma en su ob1912. Salida del Cristo de la Expiración. Llaman la tención los adornos florales de la época y el «paso», simple y sencillo, que poseiara «Juan Miseria».

En 1623 Diego Pérez, hermano mayor de la Cofradía, propone al Consejo de exactamente la misma que se mande instancia al Ayuntamiento a fin de que este le concediera terrenos para la ampliación del altar mayor, siendo concedido por exactamente el mismo. También en 1726, el maestresala D. Agustín Fuentes solicita al Cabildo ciertos arreglos por el estado ruinoso en el que se hallaba la ermita, y reconociéndose el valor devocional de sus hermanos y los hechos históricos de la Ermita y del Cristo, el Ayuntamiento, no sólo otorga los permisos solicitados, sino aporta también los mateGrupo de hermanos del Cristo de la Expiración a finales de los años 20riales necesarios para la realización de las obras, que consistían en vaciar sobre el barranco, cien carretadas de piedras para fortalecer el muro donde se encontraba situada la Ermita.

En mil setecientos setenta y tres, debido al trágico terremoto que asoló nuestra urbe, el Cristo fue llevado en sus andas hasta la entonces Iglesia Escolar a solicitud del pueblo.

En 1783 se presenta al Municipio un Memorial firmado por su maestresala D. Antonio González, en el que se solicitaba construir un camerino con más decoro para la imagen del Cristo, tanto era ya el culto que éste recibía, que el Municipio le concede nuevamente terrenos a espalda de su capilla. Años cuarenta. En la Plaza de las Angustias, junto a la Trinidad y a las Siervas de María, con el fondo del palio de la Virgen del Val. Hoy en día éste lo posee la Hdad de Jesus Nazareno de Rota

Son muchos los objetos que aún posee y que nos dan viva muestra del esplendor alcanzado en legendarios tiempos; entre ellos destacaremos una campanilla de plata del año 1749 y una demanda del mismo metal realizada en mil setecientos ochenta y dos (como consta en sendas inscripciones); sobresaliendo de una forma especial un antiquísimo púlpito, tallado por el enorme «Maestro de Segovia», realizado en los finales del siglo XV.

El siLa imagen de San Juan, el Juanillo del Cristo, procesionando en un paso «cargado por la parte interior»: el paso era de María Auxiliadora, y concluía la primera mitad del siglo XXglo XIX, fue trágicamente desolador para la vida y el sostenimiento de las hermandades y cofradías jerezanas, dado los instantes políticos que en este siglo padecía la ciudad con ocasión de la Revolución Francesa. Con lo que muchas órdenes religiosas tuvieron que abandonar sus iglesias y conventos, por las serias consecuencias que éstos corrían siendo destruidos y tomados por las tropas francesas, para convertirlos en casas cuarteles y depósitos de armamentos. Esto hizo que algunas de las fraternidades y cofradías se quedasen sin sede y se refugiasen en la iglesia de San Agustín, volviendo el Cristo a su Ermita en el año 1870.

Tanta era ya la arbitrariedad que cometía el ejército napoleónico, que los hermanos deciden pintar la cruz del Cristo para que estos creyesen que era de madera, truco que dichosamente les valió para que esta preciosa cruz quedase en la Ermita. Los tres pasos de la Hermandad del Cristo en la ermita de San Telmo en los años finales del siglo XIX

En 1830, la fraternidad presentaba un estado de abandono total, debido al poco interés que sus líderes le prestaban a la misma. Al reconocer el Municipio dichas anomalías, se encarga de sus pertenencias, disolviéndose de esta manera del todo la Fraternidad y la Cofradía del Cristo de la Expiración.

Por acuerdo municipal del día seis de noviembre de mil ochocientos cincuenta y cuatro se le dio a la antigua calle Oliva el nombre de San Telmo, nombre que tomó de su antiguo patrón; calle que siendo regidor Don Juan del Tallo, la titula Plaza del Cristo de la Expiración.La Cofradía del Cristo empieza la Estación de Penitencia: la Carrera Oficial estaba por «inventar»

En mil ochocientos cincuenta y seis, D. Salvador Pérez en compañía de un grupo de simpatizantes, escriben al Municipio pidiendo que ya que no existe tal Hermandad, se les conceda la reorganización de exactamente la misma, así como el cuidado en todos sus aspectos. Decretando la Alcaldía poner al frente de la Fraternidad al solicitante, forzando al capellán que tenía guardadas sus posesiones, y tras negarse este, se vio obligado a dar sus ornamentos, alhajas e imágenes. Conque hasta el año mil ochocientos sesenta y siete hubo discrepancias y enfrentamientos entre sus líderes, el Municipio y las autoridades eclesiásticas, hasta que en el mes de febrero de mil ochocientos sesenta y siete, la Vicariato General del Arzobispado le concede sus nuevos estatutos y reglas, que llegan a tener vigencia hasta 1886.Don Nicolás Martín Domínguez, entusiasta cofrade de su «hermandad del Cristo» y paladín de la Semana Santa jerezana. Fue presidente de la Junta Gestora del Cristo en el año mil novecientos cuarenta y cinco

Otro de los instantes más relevantes en la historia de la Fraternidad, fue cuando en el año 1868, año de la Revolución, no salió a la calle ninguna cofradía, y únicamente lo hizo la del Cristo de la Expiración. Para evitar el paso de la Cofradía, los revolucionarios edificaron barricadas y lograron detener a los cofrades pero los rebeldes acongojados por el testimonio religioso del pueblo derribaron los obstáculos, uniéndose a la procesión, frente al sorprendo de cuantos presenciaban el paso del Cristo.

En 1La tarde del Viernes Santurrón es de nuevo para Jerez, la tarde de «El Cristo».869 desaparece la imagen del Cristo, ocultándola el capellán en la Iglesia de San Pedro, ignorándose el motivo de su desaparición, hasta el momento en que D. Juan Pina, su maestresala, solicita al prelado que ordenara el traslado del Cristo a la Iglesia de San Francisco, siendo llevado a su ermita el Viernes de Dolores de mil ochocientos setenta. A partir de esta nueva reorganización la Cofradía tuvo bastante esplendor, durando su normalización hasta principios del siglo XX, data en la que esta vuelve a desestabilizarse por carencia de recursos y responsabilidad de sus miembros.

En estos inicios del siglo XX se integra en ella un hombre de gran fuerza social y devocional, D. Miguel Muñoz Espinosa de los Monteros, maestresala de la Cofradía, a la que le da un gran impulso, promoviendo sus actos piadosos y une a sus cofrades. Llegó a ser Arcipreste de Carmona, hoy sus restos mortales descansan asimismo en la ermita. Tarde del Viernes Santo de finales de los años treinta. El paso es el actual del Cristo; no obstante el titular, la vela y las hermanas de Jesús son de otros tiempos

Unos años después, en mil novecientos dieciocho vino a la fraternidad como maestresala D. Fernando Fernández Gao, y por aquel entonces, la hermandad la componían unos pocos hermanos y gracias a la labor que este hombre aporta a la fraternidad y cofradía logra subsistir. Desde este momento, la fraternidad se revitaliza y recobra todo su esplendor en la tarde del Viernes Santo. Tanto fue el ahínco y el cariño que este hombre le dedicó a la misma, que en mil novecientos veintiseis, la Junta General de Gobierno le nombra Mayordomo Perpetuo de la Fraternidad. Lográndose durante su orden, que la Familia real la distinguiera con el título de Real, y su santidad el Papa Pío XI le diera el de Pontificia.Segunda década del siglo XX. Salida del Cristo. El capuz de las hermanas del «Penitente» que acompañan al «Cristo» tiene tanta longitud que prácticamente se transforma en escapulario

Durante la temporada republicana pasó por malos instantes, lográndolos superar gracias a la entrega de sus hermanos. En uno de estos años, encontrándose la Cofradía en la calle, los revolucionarios piden cargar en el paso del Cristo, y su mayordomo para eludir conflictos y enfrentamientos se lo concede, siendo sus súplicas un engaño, pues intencionadamente al llegar a su ermita quisieron lanzarlo por la Hoyanca que había al pie de exactamente la misma. No pudiendo lograrlo por la valiente postura de los hermanos cofrades, que fueron apoyados por la multitud fervorosa que le acompañaba, logrando éstos arrebatarles el paso. En 1934 realizó su recViernes Santurrón tarde. El Cristo de la Expiración en su antiguo paso. Este paso dejó de salir cuando en 1937 se estrenó el que talló Pinto «El Viejo»orrido penitencial, siendo la única que se atrevió a salir a la calle.

Dado los nuevos acontecimientos que suceden a lo largo de la Guerra Civil De España, en el año mil novecientos treinta y seis, por motivos y circunstancias políticas, el Cristo no salió a la calle, pese el pacto adoptado por la Junta de Gobierno de la Fraternidad, la que pide al alcalde quien a su vez transmite al gobernante civil, desautorizando este su salida, y la imagen del Cristo debió ser desmontada del paso y ser puesta nuevamente en su altar, una vez que muchos jerezanos desfilasen por la ermita y les mostrasen el cariño y el enorme afecto que le tenían al Cristo de la Expiración.14 de abril de mil novecientos treinta y nueve. El Cristo de la Expiración en la calle acompañado por las hermanas de Jesús

En mil novecientos treinta y nueve fue requerida la imagen del Cristo para encabezar la celebración del solemne triduo por la paz de la Guerra Civil española, acto que tuvo lugar en la Iglesia parroquial de San Miguel. Otro de los instantes más entrañables de esta Cofradía, es cuando la tarde de los Viernes Beatos de los años 1944-1948, la Fraternidad visitaba la cárcel, en plaza Belén, y tras un gran silencio, los presos desde los barrotes de sus ventanas le cantaban saetas, suplicándoles piedad y perdón, consiguiéndose el privilegio que todos los años quedara uno de ellos en libertad.

En mil novecientos cuarenta y nueve, siendo hermano mayor D. Antonio Gutiérrez Quijano tuvo que enviar restaurar la imagen del CrisCartel Oficial de la Semana Santa de Jerez del año 1968to debido a su avanzado estado de destrucción. D. José Hernández Díaz, director de la Escuela Superior de Bellas Artes «Santa Isabel de Hungría» de Sevilla, remite a la Fraternidad que la imagen no se podía restaurar porque estaba hecha de un material pobre y debido al progresivo movimiento que tuvo exactamente la misma en el reemplazamiento de los cambios de cruces y deterioro del tiempo; el que informaba que no ofrecía garantía alguna y que lo más conveniente sería cincelar otra imagen reproduciendo a la titular hecha de una madera más noble. Con lo que la fraternidad se vio obligada a reemplazar la imagen del Cristo; obra que realizó el escultor y maestro de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, D. José Juan Luis Vasallo Parodi, que la esculpió en madera de «Alarce», quedando depositadas las cenizas de la precedente imagen en el cuerpo del presente Cristo de la Expiración, cuya obra costó 45.000 pesetas y fue sufragada por sus hermanos. Esta nueva imagen, la actual que procesiona, conserva todas y cada una de las peculiaridades de la vieja, tal y como puede comprobarse observando grabados en los que aparece la talla primitiva del Crucificado. El Cristo se bendijo el 26 de marzo de mil novecientos cincuenta, efectuando su primera salida procesional en la tarde del Viernes Santurrón de ese año.

En noviembre de mil novecientos noventa y cuatro se le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad por el Ayuntamiento, en unos actos que acabaron en una Procesión Magna.

En 1998 estrenaron el Banderín de la Juventud bordado por Ildefonso Jiménez y la Bandera Mater Dolorosa bordado por José Antonio Cachero donado por 5 hermanos. En mil novecientos noventa y nueve, ocho insignias para presidencia, restauración de faroles y varales y casquillos para las tulipas del paso de Cristo.

En la presidencia del paso del Cristo procesionan 2 nazarenos de otras Cofradías, la de la Yedra y la de la Coronación de Espinas, con las que se encuentra hermanadas.

El 1 de noviembre de 2008, Festividad de Todos los Santurrones, fue coronada canónicamente en la Santa Iglesia Catedral la imagen de María Muy santa del Valle, por el Arzobispo Castrense D. Juan Del Rio Martin. Previamente, la Virgen fue trasladada el día 25 de octubre desde la Ermita de San Telmo al Convento de Beato Domingo y de éste templo a la Santa Iglesia Catedral al día siguiente.

En el año 2011, fue la única Fraternidad de la tarde del Viernes Santurrón que efectuó estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Asimismo, ese día se estrenaron nuevas túnicas para los nazarenos de terciopelo negro reemplazando a las de raso negro.

En el Viernes Beato del año dos mil trece no completó la carrera oficial, tuviéndose que resguardar de la lluvia, primero en la Santa Iglesia Catedral y posteriormente en la Iglesia de San Miguel. En la tarde del Domingo de Resurrección realizó el traslado de regreso a la Ermita de San Telmo.

 

 

 

 

 

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