La Real, Franciscana y Castrense Hermandad de la Santa Cruz, Santísimo Cristo de la Defensión, María Santísima de la O, San Bruno y Santa Juana de Lestonnac es una institución emblemática de Jerez de la Frontera, conocida por su riqueza histórica y artística. Esta cofradía, con dos pasos procesionales, es un pilar fundamental de la Semana Santa jerezana.
Orígenes y sede de la hermandad
El origen de la Hermandad está estrechamente ligado al Convento de los Padres Capuchinos, quienes llegaron a Jerez en 1661. Su iglesia, situada a la salida de la ciudad en dirección a Sevilla, fue construida en el siglo XVIII sobre una edificación anterior. La estructura actual es obra del arquitecto sevillano Gómez Millán, quien en el siglo XX dotó al templo de un diseño moderno y luminoso, adaptado a las nuevas normas litúrgicas, y que invita al recogimiento espiritual.
Iconografía y pasos procesionales
La Hermandad cuenta con dos pasos procesionales:
- El primero representa al Santísimo Cristo de la Defensión, una impresionante talla de Cristo crucificado.
- El segundo muestra a María Santísima de la O, bajo un majestuoso palio.
El Santísimo Cristo de la Defensión
El Santísimo Cristo de la Defensión es una obra maestra del escultor valenciano José Esteve Bonet, quien vivió entre 1741 y 1802. Formado en la Real Academia de San Fernando y discípulo de los hermanos Ignacio y José Vergara, Esteve desarrolló un estilo neoclásico que combina la serenidad y el equilibrio con un profundo conocimiento anatómico.
Detalles artísticos
- Rostro apolíneo: La expresión serena del Cristo, con la cabeza inclinada hacia el hombro derecho, transmite un profundo sentido teológico.
- Realismo anatómico: Las heridas y contusiones, especialmente en las rodillas y el costado, muestran un impresionante nivel de detalle.
- Iconografía única: A diferencia de los crucificados de tres clavos comunes en el barroco andaluz, Esteve optó por la representación de cuatro clavos, destacando su fidelidad al clasicismo.
Restauraciones y preservación
En 1996, el Cristo fue restaurado por Enrique Ortega Ortega y Rosa Cabello Ramírez, devolviéndole su esplendor original. La cruz arbórea que sostiene la imagen fue tallada por Francisco Pinto, destacando por su sobriedad.
El paso del Cristo
El paso de misterio, diseñado por el tallista jerezano Antonio Martín Fernández, es una obra barroca realizada en madera de cedro. Fue estrenado en 1983 y desde entonces ha sido enriquecido con detalles de orfebrería en plata. Entre ellos destacan:
- Faroles y cartelas: Labores de orfebrería que representan escenas de la Pasión, como la Coronación de Espinas y la Crucifixión.
- Figuras escultóricas: Incluye representaciones de santos como San Francisco y San Bruno, realizados por el imaginero sevillano Miguel Bejarano.
En 2007, se incorporó un llamador que representa al arcángel San Miguel venciendo al mal, una alegoría de la victoria del bien sobre el mal.
María Santísima de la O
La imagen de María Santísima de la O fue tallada en 1971 por el escultor sevillano Luis Álvarez Duarte. Es una Dolorosa de candelero para vestir, que se caracteriza por:
- Carnación nacarada: Su rostro refleja una tristeza serena y contenida, en sintonía con la iconografía tradicional mariana.
- Manos expresivas: Las manos, dinámicas, parecen formular una interrogación dolorosa.
Historia y restauraciones
Antes de la talla actual, la Hermandad contó con una imagen primitiva, realizada por Tomás Chaveli en 1955, y posteriormente con una Dolorosa de calidad, perteneciente a la Hermandad de la Santa Caridad. En 1993, María Santísima de la O volvió a procesionar bajo palio después de un periodo de casi dos décadas de ausencia.
El paso de palio
El paso de palio de María Santísima de la O es una obra exquisita, diseñada por Antonio Dubé de Luque. Incluye elementos destacados como:
- Relicarios: Albergan reliquias de santos franciscanos y del beato Juan Grande.
- Candelería: Realizada entre 1960 y 1976, combina piezas de los Hermanos Angulo y la Viuda de Villarreal.
- Joyas y mantos: La Virgen luce una cruz pectoral cedida por el Nuncio Apostólico y un fajín militar donado por el Tte. General Juan Castañón de Mena.
En 2011, se concluyó el bordado de las bambalinas laterales y trasera, obra de Antonio Villar, en terciopelo morado, con flecos de oro.
La hermandad en la Semana Santa de Jerez
La Hermandad realiza su estación de penitencia el Martes Santo, un evento que congrega a miles de fieles y visitantes. Sus nazarenos, vestidos con túnicas de ruán morado y fajín de esparto, recuerdan a los jóvenes que llevaron al Cristo en su traslado histórico desde la Cartuja en 1795.
Cortejo procesional
El cortejo incluye:
- Cruz de guía: Tallada en madera de caoba por Francisco Pinto Berraquero.
- Insignias: Como el Simpecado y el Estandarte, bordados en terciopelo y enriquecidos con orfebrería.
- Acompañamiento musical: Bandas de música y cornetas que interpretan marchas dedicadas al Cristo y a la Virgen.
Conexión con las Fuerzas Armadas
Desde su fundación, la Hermandad ha mantenido un estrecho vínculo con las Fuerzas Armadas. Este lazo histórico se refleja en la concesión del título de castrense y en la presencia de militares en sus actos y procesiones. Además, la Virgen de la O porta un fajín militar como símbolo de esta unión.
Restauraciones y mejoras recientes
La Hermandad ha llevado a cabo importantes trabajos de restauración y mejora en sus pasos e insignias. Entre los hitos más destacados están:
- Restauración del paso del Cristo: Enriquecido con nuevas cartelas y faroles de plata.
- Renovación del paso de palio: Con la incorporación de bordados y jarras entrevarales de orfebrería.
Fundación en 1957: un sueño hecho realidad
La Hermandad de la Defensión se estableció oficialmente el 6 de julio de 1957, gracias al esfuerzo de un grupo de jóvenes devotos y la aprobación de la Congregación Capuchina. Desde sus inicios, esta cofradía estuvo vinculada a la comunidad franciscana y al antiguo convento de los Capuchinos, que había sido recuperado tras años de desamortización y abandono.
La primera salida procesional tuvo lugar el Martes Santo de 1958, marcando un hito en la Semana Santa de Jerez. El Cristo de la Defensión recorrió las calles de la ciudad en un paso prestado, escoltado por soldados de infantería, lo que sentó las bases para el hermanamiento de la cofradía con las Fuerzas Armadas.
La llegada de las imágenes
El Cristo de la Defensión y la Virgen de la O, tallas encargadas al escultor valenciano José Esteve Bonet en 1794, llegaron a Jerez en 1795 tras un viaje complicado por mar. Ambas imágenes fueron recibidas con fervor en la Cartuja y en el convento de los Capuchinos, consolidando su lugar en la devoción local.
Restauraciones y evolución artística
A lo largo de los años, las imágenes han sido objeto de restauraciones. El Cristo fue intervenido en 1996 por Enrique Ortega y Rosa Cabello, asegurando su conservación. La Virgen de la O, inicialmente una talla de Tomás Chaveli, fue sustituida en 1971 por una obra de Luis Álvarez Duarte, que aportó un estilo más acorde con la estética cofrade de la época.
Escudo de la hermandad
El escudo de la Hermandad de la Defensión está cargado de simbolismo. Incluye una gran áncora, símbolo de esperanza, coronada por una cruz franciscana. Los óvalos representan el escudo de los Capuchinos y la cruz de Santiago, reflejando la herencia religiosa y territorial de la hermandad. Este diseño, presente en estandartes y otros elementos, conecta la historia de la cofradía con sus orígenes.
La túnica de los nazarenos
La vestimenta de los nazarenos es una réplica de la que usaron los 24 jóvenes que trasladaron el Cristo desde la Cartuja hasta Capuchinos en 1795. Consiste en una túnica de ruán morado con antifaz del mismo material, cinturón de esparto y sandalias de cuero, reflejando austeridad y tradición franciscana.
Cirios y cruz de guía
Los cirios, de color tiniebla, refuerzan el carácter solemne de la procesión. La cruz de guía, tallada en madera de caoba por Francisco Pinto Berraquero en 1957, es un elemento central del cortejo. Fue elaborada con madera de las vigas del antiguo convento, conectando el pasado con el presente.
Martes Santo: día de penitencia
La Hermandad de la Defensión realiza su estación de penitencia cada Martes Santo. Con un tiempo aproximado de quince minutos, la procesión recorre las calles de Jerez, marcando uno de los momentos más solemnes de la Semana Santa. En 1958, el itinerario incluyó calles emblemáticas como Medina, Larga y Sevilla, uniendo tradición y devoción popular.
Acompañamiento musical
La música procesional es un elemento fundamental en las estaciones penitenciales. Marchas dedicadas como Santísimo Cristo de la Defensión de Abel Moreno Gómez o Nazarenos de la Defensión de José María Álvarez Beigbeder elevan la solemnidad del acto.
Vinculación con las Fuerzas Armadas
Desde su fundación, la hermandad ha mantenido un estrecho vínculo con las Fuerzas Armadas. Este lazo se remonta al traslado histórico del Cristo en 1795, escoltado por soldados del Regimiento de Infantería España nº 18. En 1958, esta relación se consolidó con la participación militar en la primera salida procesional.
Títulos y reconocimientos
En 1995, durante el II centenario de la llegada del Cristo de la Defensión a Jerez, la cofradía reforzó su conexión con el ámbito militar, siendo reconocida como una hermandad de fuerte vocación castrense.
Innovaciones y celebraciones recientes
En 1983, la hermandad estrenó un nuevo paso para el Cristo, tallado por Antonio Martín Fernández, enriquecido con detalles en plata por Manuel de los Ríos Navarro. En 1992, se recuperó el paso de palio de la Virgen de la O tras años de ausencia, marcando un renacimiento artístico y devocional.
Eventos destacados
En 2007, la hermandad celebró su cincuentenario con una salida extraordinaria del Cristo de la Defensión. En 2013, la imagen protagonizó el Vía Crucis de la Unión de Hermandades, reafirmando su importancia en la Semana Santa de Jerez.
La Hermandad de la Defensión es un claro ejemplo de cómo la tradición, el arte y la devoción religiosa pueden converger para enriquecer la identidad cultural de una comunidad. Desde sus humildes orígenes hasta su consolidación como una de las cofradías más respetadas de Jerez, esta hermandad ha sabido preservar su legado mientras se adapta a los desafíos del presente. Cada Martes Santo, su procesión es un recordatorio de la fe y la historia que definen a Jerez de la Frontera.